En el mundo, la construcción inmobiliaria da cuenta del 32%
del consumo total de energía y del 19 % de las emisiones de gases de efecto
invernadero.
Se estima que para el 2050 seremos más de 9.000 millones de
personas en el mundo. ¿Cuántas viviendas, oficinas y otros espacios serán
necesarios construir para cubrir la creciente demanda?
Sin duda, la industria inmobiliaria se encargará de esto,
pero a medida que se construye también se emitirá una gran cantidad de gases de
efecto invernadero que dañará nuestro ecosistema. En el mundo, la construcción
inmobiliaria da cuenta del 32% del consumo total de energía y del 19 % de las
emisiones de gases de efecto invernadero. ¿Qué hacer para reducir una huella
ecológica tan grande como miles de edificios de 50 pisos?
América Latina tiene una cuota de responsabilidad clave en
este problema. Según estimaciones del Banco Mundial, en una región donde 8 de
cada 10 habitantes vive en ciudades, los edificios consumen el 21% del agua
tratada, el 42% de la electricidad y causan el 25% de las emisiones de CO2.
Soluciones para aprovechar la energía
Dejar de construir no resulta factible, pero construir de
forma diferente sí. Materiales reciclados y edificios ecoamigables han sido
parte de la solución hasta ahora.
Por ejemplo, en Nueva York, un edificio de 51 pisos llamado
One Bryant Park ha utilizado vidrios aislantes de piso a techo para conservar
el calor durante el invierno y el frío durante el verano y maximizar la entrada
de luz. Esto, a su vez, se combina con un sistema automático de iluminación,
que a través de sensores activa mayores o menores cantidades de luz artificial
para el edificio. Además, las tuberías capturan el agua de lluvia para
reusarlas en otras tareas.
Estas y otras tecnologías, sumadas a materiales reciclados
usados en la construcción, le ha permitido obtener la Certificación Platino de
LEED, un premio a las construcciones más ecológicas que califica cuán verde es
un edificio.
Promover información de costos también resulta clave. Por
ejemplo, los promotores inmobiliarios tienen la impresión de que los costos de
construir en forma sostenible son hasta un 30 % más, cuando en verdad son sólo
alrededor de un 3% más altos, sin incluir los beneficios para los dueños en la
reducción de los recibos de agua y de electricidad y el de un valor de reventa
a futuro más alto que el de un edificio convencional.
Para probar que la construcción sostenible brinda una
rentabilidad financiera para todos los involucrados, El IFC , brazo financiero
para el sector privado del Grupo Banco Mundial, creó un software gratuito
llamado EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies). Este programa es
fácil de usar y ayuda a los promotores inmobiliarios a calcular dónde se pueden
ahorrar energía y agua y cómo esto impacta positivamente tanto en las
utilidades del negocio inmobiliario como en el bolsillo de sus propietarios.
¿Está Latinoamérica lista?
En Latinoamérica aún son pocos los países que están
utilizando tecnologías verdes en la construcción o en la utilización de los
edificios.
De acuerdo al Índice Global de Edificaciones Sostenibles de
Baker & McKenzie, en Brasil, por ejemplo, la mayoría de iniciativas sobre
edificios sostenibles corresponden al sector privado. No existe una regulación
que requiera que parte del consumo de energía provenga de fuentes renovables.
Sin embargo, existen algunos incentivos y leyes que intentan promover la
adopción de la calefacción solar. El BNDES (Banco Nacional de Desarrollo
Económico y Social) cuenta con líneas especiales de financiamiento para la
construcción de nuevos edificios o para la renovación de los edificios
existentes apuntando a que sean ambientalmente sostenibles y eficientes.
Colombia busca principalmente el uso eficiente de la energía
en general, también en nuevos proyectos de construcción inmobiliaria.
En México, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda
para los Trabajadores realizó un programa denominado “Hipoteca Verde” con el
cual se ofrecían ayudas económicas a viviendas equipadas con accesorios de bajo
consumo de agua, gas y electricidad. Esto incluye grifos con sensores,
bombillas led y calentadores solares.
El Perú, que ha experimentado un “boom” inmobiliario durante
los últimos años, también ha mostrado interés en la construcción sostenible.
Estudios internacionales demuestran que los edificios del país consumen el 45%
del total de la energía, con una tendencia al alza. Para esto, el gobierno
peruano, conjuntamente con el IFC y el GBC (Green Building Council - Perú GBC),
ha firmado un acuerdo que permitirá la creación de un marco regulatorio para
fomentar la eficiencia en la construcción a través de ahorro de energía y agua
en edificaciones y su consecuente reducción en las emisiones de carbono.
El recientemente celebrado Foro de Ciudades Sostenibles en
Panamá, es una muestra más de que la región está a favor de la construcción
sostenible y de la implementación de nuevas tecnologías eco-eficientes.
Al invertir en un nuevo departamento u oficina, recuerde que
existen nuevas tecnologías para la iluminación y la climatización, e incluso
acabados arquitectónicos que reducen la huella en el medio ambiente y que le
permitirá ahorrarse varios dólares en el largo plazo.
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